Saludos de nuestro viejecito, El Sr. Eduardo Castañeda

Queridos/as Raposos/as, como el tiempo pasa inexorablemente sin tener la oportunidad de integrarme en alguna de las salidas raposeras de los Desguaces, hoy me dirijo a vosotros con la satisfacción y placer que el hecho supone para mí.

Como siempre, suplo esta vigilia andariega, con la visualización de vuestras salidas, las cuales son para mí un lenitivo que mitiga en parte la aflicción que me produce esta prolongada abstinencia.

A pesar de mi apretada agenda médica, (pues me están controlando el Cardiólogo, Neurólogo, Digestivo y Traumatólogo) mi ánimo sigue con gran presencia de ánimo esperando poder incorporarme lo antes posible en alguna de vuestras salidas, más antes incuestionablemente tendré que esperar a recuperarme de la operación a que me someterán este próximo día 5 en el Hospital “Gómez Ulla” para implantarme un marca-pasos, pues el otro día me detectaron una taquicardia que unida a la ancestral bradicardia que he padecido siempre, me producía una arritmia que ha aconsejado al cardiólogo a tomar la decisión de realizarme este implante, yo era un poco reacio a esta operación, más al preguntarle al médico si con el marca-pasos podría salir a la Sierra regularmente, me contestó, que sí, que podría y con mayores garantías, por lo que al final firmé la autorización.

Estimado Gerardo Mercado: Agradezco tu detalle de pedirme disculpas por relegarme un puesto en el escalafón de longevos abuelos en el Grupo de los Raposos, más debo reconocer que si bien adelanto en edad a nuestro buen amigo Fedor, el me adelanta a mí en otras muchas virtudes de las que yo carezco, por lo que holgaban las disculpas, ya que considero, que nadie mejor que él se merece el honorífico título de Abuelo en el Grupo de “Los Raposo Plateaos”.

                                                                                  ¡¡CARPE DIEM!!!   Eduardo Castañeda